top of page

Tan solo quisiera hacerme bolita y llorar...

Hay veces que me da mucha envidia la gente que llora por todo, las que tienen cualquier frustración, ansiedad, incomodidad o tristeza y pum, lágrimas activadas. Me imagino que ellos quisieran lo contrario, entiendo lo inconveniente de no poder controlar el llanto en situaciones en las que de verdad no quieres que te vean llorando. Aún así, I’m a little jealous.


Yo casi no lloro, no por cosas mías, por lo menos. ¿Película triste?, ¿audición de The Voice?, ¿película de perritos? Fiesta de lágrimas.


Incluso por las cosas felices tiendo a llorar más, pero cuando es un llanto con conotación de dolor, tiene que estar pasando algo verdaderamente doloroso en mi vida o tengo que sentirme sumamente vulnerable. Cuando se da uno de estos eventos aprovecho a exprimir hasta la última gota, porque no sé cuando volverá a pasar. Hoy es de esos días que tan solo me quisiera hacer bolita y llorar. Así como cuando llegas al final de un día pesado a tu casa y te quitas los zapatos o el bra y sientes un relief de descanso, eso quisiera que fueran las lágrimas para mí. 


Al contrario de lo que todos pensarían (incluida y yo), desde que estoy en Oaxaca he sido más productiva que nunca. He estado enfocada como láser en los proyectos que ya tengo y en lanzar otros nuevos y muy emocionantes. Lunes, miércoles, domingo; ha sido tanto mi flow creativo y productivo que he estado trabajando cualquier día felizmente. Pero esta semana no, esta semana me está costando la vida. Me siento abrumada y me siento ansiosa, y cuando siento estas cosas mi programa automático es soltar todas mis responsabilidades y darme confort, que aveces es necesario pero aveces es auto-sabotaje. Esta semana tengo claro que es auto-sabotaje. 


He estado sintiendo una mezcla de emociones contradictorias en los últimos días. Por un lado, estoy en la playa, lo cual gozo y considero un enorme privilegio y uno de los momentos más importantes en mi vida. Por otro lado, es septiembre, y no sé que trip con septiembre pero siempre es mi mes más difícil del año. He tenido consciencia de esto desde hace 4 años porque es demasiada la diferencia en mi estado mental y emocional con respecto al resto de los meses. Desde agosto estaba viendo el calendario como cuando ves las nubes de lejos aproximándose para una tormenta.

No lo sobre-pienses Jimena, no te auto-programes a que la vas a pasar mal. Tal vez es algo mental que te estás causando tu misma. 

Pero ya estamos en septiembre y efectivamente, sí la estoy pasando mal. Estoy consciente que mi “mal” puede ser el “muy bien” de mucha gente, pero a comparación de mi regular positivimo, extasis por la vida y buena vibra, “mal” se siente como terrible. Me dio confort que cuando le platiqué a mi psicólogo sobre mi predicamento con septiembre, me aseguró que muy probablemente si tiene una razón de ser que sea un mes en específico y que después podemos averiguarlo y trabajarlo. Me da paz para el siguiente año, mientras tanto, cuento los días para llegue octubre. 


Se me hace impresionante cómo podemos pasar del yin al yang en un tronar de dedos. Hace 2 semanas mis días eran un deleite lleno de todo lo que todos trabajamos toda la vida por conseguir: gozo, éxito, expansión, seguridad en mi misma, estar en comunidad, buena vibra, amor. Hoy soy un manojo de ansiedad, pensamientos pesimistas que no logro callar, incomodidad, emociones, más incomodidad por las emociones, you get the idea… 


¿Qué pasó para que se diera este cambio tan drástico? 

Literal nada.


Pero septiembre también es el mes de virgo, y virgo tiende a ser una energía hiper crítica y perfeccionista y, según el podcast cabalista que escucho, también es un mes para hacer evaluación de cómo van nuestros objetivos y dónde nos seguimos metiendo el pie… Y aunque he avanzado mucho hacia mis objetivos en este tiempo, también me he estado metiendo mucho el pie: Me he seguido traicionando en cosas que me había prometido que ya no me iba a traicionar, mi rutina y mis hábitos están desbalanceados, mi pansita está hinchada por todo el gluten que he comido y aunque me pida detox sigo comiendo gluten, mis horarios de sueño están todos volteados, etc.


Me sentía en control y fluyendo y ahora me siento fuera de. Ahora tengo debates internos múltiples veces al día tratando de decidir qué hacer con el resto de mis horas de día: seguir trabajando, salir,  ir a trabajar a un café, quedarme en mi casa para no gastar, hacer fasting, no hacer fasting, todo es un dilema. 


También he estado cuestionando mi experiencia, si está siendo lo que debería ser.  Tenía el plan de grabar muchas clases de yoga mientras estuviera en la playa y en 1 mes y medio solamente he grabado 2. También me había visualizado surfeando mucho y seguido porque estoy en Puerto Escondido and that’s what people do en Puerto Escondido, pero no he ido ni una sola vez. La verdad no me ha llamado, y cada vez que voy a la playa veo a 40 personas peleandose por una ola alado de unas rocas matonas y se me antoja menos. Además mi atención ha estado enfocada en otra cosas.


Aún así me pregunto a mí misma si debería. Si debería de estar surfeando, si debería de hablarle a las chavas de Israel que conocí y que se que amaría convivir con ellas pero cada día solo he querido estar conmigo, me pregunto si debería de volver a ver al wey guapísimo que me ligué la semana pasada pero con el que ahora me da hueva lidiar. ¿Porqué no estás aprovechando esto al máximo? Deberías de estar aprovechando esto al máximo. Me dice la voz en mi cabeza.


No sé porque me cuestiono si debería de incomodarme más cuando claramente ya estoy sumamente incómoda, pero no dejo de cuestionármelo. Racionalmente y conscientemente sé que no “debo” hacer nada ni mi experiencia “debe” de ser de ninguna manera en específico. Esto es exactamente lo que le diría a cualquier persona que tuviera mi nudo mental: 

No trippees, tu experiencia no se tiene que parecer a ninguna otra, nisiquiera a la que te habías imaginado antes de venir. Deja que la experiencia te muestre lo que quiere ser y si no te dan ganas de ir a surfear pues no vayas…

Por más que tenga la teoría, me está costando penetrar el velo de mi ansiedad. Fucking septiembre. Me hace sentir muy humana y me caga. There, I said it. 


Me hace cuestionar si hago todo lo que hago en cuanto bienestar es para estar feliz o para huir de no estarlo. No lidio nada bien con todos las demás emociones que no se sienten tan padres, las quiero apachurrar, negar, transformar o por lo menos llorar, pero esa ultima claramente no está entre las opciones. 


Tuve terapia ayer y contándole a mi psicólogo mi estado mental de estos días me dijo: lo que pasa es que estás batallando para vivir sola contigo misma. Y 100%. Nunca había pasado tanto tiempo sola, y aunque de verdad me encanta, entiendo su punto. Es dificil que todo recaiga en mí, todo.


Me conozco lo suficiente para saber que necesito una estructura para no perderme, y crear una estructura en una playa surfista en la que la gente va y viene todos los días es difícil. A ver, no voy a minimizar mis esfuerzos. He estado ultra productiva, cocinando mucho en casa, tendiendo mi cama todos los días, meditando casi todos y he mantenido mi depa impecable, lo que es un gran logro para mí. La estructura está ahí, pero mantenerla se ha sentido como balancear una charola con 18 platos en mi meñique. Los múltiples debates internos al día me empiezan a hacer sentido. 


Sí, en el mar efectivamente la vida es más sabrosa, y la he gozado. No cambiaría por absolutamente nada esta experiencia que he vivido y estoy sumamente agradecida y orgullosa por todo, incluso por la incomodidad de crecer y responsabilizarme de mí misma como nunca antes. Estoy 100% apuntada y dispuesta para vivir el proceso, pero definitivamente me está costando y hay parte de mi que ya ansía estar de regreso en Monterrey y tener el confort de una estructura que ya está creada y a la cual solo me tengo que acomodar vs. crearla yo misma desde 0. Definitivamente sigo siendo un trabajo en proceso y esto de la adultez sí que es un reto. 


Escribí esto en parte para desahogarme (se logró), para ver si lograba llorar (no se logró) y también para platicarte a ti, que tal vez me veas en mis redes y pienses que todo en mi vida es mágico y maravilloso y buena vibra. Si lo es, todas esas cosas son verdad. Si la paso increíble y si vibro alto y si estoy viviendo mi sueño, pero aún en tu mejor época, la vida es vida, y tiene sus retos y sus ratos de pasarla no tan bien. Hoy reniego y resisto y estoy ansiosa y triste y luego me culpo por estar ansiosa y triste en la playa y me cuestiono y me critico, y está bien.


Aunque no me guste sentir, sigo y seguiré haciéndolo porque sigo y seguiré siendo humana. Y ya que no puedo llorar ( ni siquiera se si me daría tanto confort como pienso pero lo tengo romantizado porque fomo), me recargo más que nunca en mi práctica de meditación, en respirar, y en poder tomar la postura de observador ante mi resistencia y decirle: I am loving Awareness. Busco a mi Higher Self y veo como me observa con tanto amor, ternura y compasión.

Eso es todo lo que necesito. Sigue adelante Jimena. 

Abrazo!

0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Comments


bottom of page