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Sobre San Valentín y la carrera al altar

Se aproxima San Valentín. Un día para celebrar al amor y gritar a los 4 vientos si tienes pareja o para sentirte un poco más solx y miserable si no la tienes. El pronóstico es el mismo que cada año: Las redes estarán invadidas de enamorados, flores y cenas románticas, y los solteros estaremos más haters al derrame de miel que de costumbre. Es protocolo y dinámica natural de una fecha que parece estar diseñada para evidenciar a qué equipo perteneces, con pareja o sin.


Y aunque San Valentín es EL día, esto se siente y se vive todos los días. Por lo menos en Monterrey donde yo vivo, parece que estamos en una carrera de vida o muerte en la cual la meta es el altar. Estamos los que ya llegaron y ganaron y los que todavía no llegamos pero estamos corriendo para llegar porque si no, ¿cómo ganaremos?


Cuando estaba en prepa teníamos una clase que se llamaba Plan de Vida y Carrera con el objetivo de ayudarnos a descifrar nuestros futuros a la tierna edad de 17 años. Cochas. Recuerdo mucho una actividad que nos pusieron en la que debíamos describir un día en nuestras vidas en 10 años con el máximo detalle posible, y mientras muchas mujeres describían un día que incluía un esposo y tal vez hijos o un embarazo, mi día era algo como…


Me despierto en mi depa hermoso que pago yo, hago ejercicio, desayuno con mi pareja (si es que tengo), me voy a mi trabajo chingón en el cual tengo un puesto chingón y soy una chingona, regreso del trabajo y hago algún hobby que disfrute, cocino una cena saludable y deli, ceno con mi pareja (si es que tengo), duermo felizmente.


Mi visión de mí misma siempre se ha orientado más a mi realización personal y profesional. Nunca fui de las que tuve ganas de casarme chiquita. Obvio eventualmente sí quiero formar una familia y todo, pero dentro de mi lista de ambiciones y sueños nunca ha estado hasta arriba. 


Esa proyección la hice a los 17 años y ahora, 10 años después, puedo decir que manifesté lo que quería y más. No vivo en el depa hermoso que pago yo, pero si tengo 2 negocios que me hacen sentir chingona y realizada, tengo propósito que vivo a diario, tengo salud y he construido una vida que amo y me llena de orgullo. Estoy viviendo mi sueño. 


Y aún con todo esto, te mentiría si te digo que no me causa ansiedad aveces no haber cruzado ya la meta de tener pareja. Me veo de 27, solterísima y aveces si digo fuuuuck.

La Jimena soñadora de prepa no consideró que a partir de cierta edad la sociedad te inscribe automáticamente a esa carrera así como el SAT te inscribe a pagar impuestos. Lo elijas o no, estás dentro. Y la gente si está al pendiente de qué tan adelante vas… les importa a tus papás, a tu abuela, a tus otrxs amigxs que ya cruzaron la meta.  


No necesita ser San Valentín para darme cuenta que yo voy muy atrás, basta con meterme a Instagram un domingo cualquiera para recibir la dosis de anillos, gender reveals, baby showers, despedidas o bodas que me lo recuerdan. Y soy humana, claro que me comparo, claro que hay días que me pesa no haber cruzado la meta aún, que siento que todos los demás tienen algo que yo no tengo. Hay veces que si entro crisis cuando volteo a mi alrededor y todo lo que veo son parejas y yo estoy aquí solita valiendo madres.


¡Pero claro que no estoy valiendo madres! ¡Esta NO es la carrera que yo elegí correr! Es lo que me tengo que recordar constantemente. Cada vez que a alguien más le dan anillo, cada domingo de vacío, cada vez que no tengo date para una boda… me lo tengo que recordar. Recordarme que estoy honrando MI carrera. Que aunque no esté viviendo el sueño que me enseña la sociedad, estoy viviendo MI sueño. 


Antes me culpaba a mí misma por dejar que me afectara la presión, por no lo ser suficiente fuerte y segura de mí misma para desinteresarme por completo de la carrera al altar. Pero ya hice paz con que por más que sea fuerte también soy muy humana y es válido trippearmela cuando vivo en un contexto y una sociedad que premia casarte como la máxima realización personal. Lo que hago cuando me entra la crisis de la soltería es recordar a la Jimena de 17, la que no estaba considerando el factor comparación, la que solo quería vivir su versión más auténtica. 


Como ya acepté que el tema de estar soltera si es tema, y la conversación mental se va a dar quiera o no, elijo argumentar a mi favor. Entre la opción de ver el vaso medio vacío o verlo medio lleno, elijo verlo medio lleno. Elijo pensar que aunque los emparejados tienen algo que yo no tengo, yo también tengo algo que ellos no tienen: más tiempo conmigo. Más tiempo para descubrir y conocer sin filtro a este ser tan complejo e interesante que soy.


No hay nada más hermoso en la vida que estar enamoradx, claro que que bonito tener pareja, y más cuando tu persona te da apoyo, consejos, seguridad. Pero las parejas también son un filtro, una segunda opinión que por lo regular pides y consideras en la toma de una o muchas decisiones. Es un rebote constante de pensamientos, opiniones, ideologías, patrones, crianza, etc. Y aunque puede ser un input muy positivo, creo que si no haz pasado el suficiente tiempo solx puedes perder noción de qué es realmente lo que TU piensas. Cuando tienes facilidad de buscar backup, obvio la tomas. Yo también la tomo cuando tengo novio, pero al hacerlo buscamos validar en pareja lo que nos inquieta de manera individual.


Al mundo venimos solxs y cuando nos vayamos, nos iremos solxs. Tu eres la única persona con la que te vas a dormir y despertar todos los días de tu vida. Me parece importantísimo que nos conozcamos por nosotros mismos, y que nos conozcamos por completo, no con la segunda opinión de alguien más.


Este es el regalo que me da estar soltera a los 27: la oportunidad de conocerme a mí misma estando sola. Todas mis decisiones, todas mis consecuencias, todos mis cuestionamientos, el rebote es conmigo. No hay nadie más. Es retador porque hay veces que una parte de mi quiere o piensa algo pero otra parte de mi sabe que lo que se siente correcto es lo opuesto. Si tuviera pareja estoy segura que buscaría confort en un consejo, y también me conozco y sé que argumentaría a favor de lo que quiero escuchar para que me lo diga. Pero a mí misma está más difícil engañarme. Es más, no puedo. Y gracias a eso puedo decir que he llegado a conocerme enserio.


Como quiera se que el lunes que sea San Valentín y entre 5 minutos a Instagram me entrará de nuevo la inseguridad de ir tan atrás en la carrera hacia altar. Y me voy a volver a tener que recordar a mí misma por milésima vez que estoy bien, que estoy feliz, que estoy viviendo MI experiencia, mi carrera personal.


Si tu también estás solterx e igual en ocasiones te abruma la presión por llegar a la meta, te invito a ver el vaso medio lleno. Recuerda que entre más puedas conocerte tu, más auténticx y segurx de tí mismx serás cuando entres a una relación. Este es un hermoso regalo que podemos aprovechar lxs solterxs. Y si estás en pareja, ¡goza el día! Qué FOMO y qué rico compartir con la persona que amas un día dedicado a amarse. Qué padre que ya estás con alguien que te hace feliz y te brinda apoyo. Nada más no te olvides de siempre hacer check in contigo mismx primero. Recuerda que siempre solo eres tu y no hay nada más bonito que conocerte desde dentro, desde ti. :)


¡Feliz día del amor y la amistad! 

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