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El mueble de Ikea y aprendizajes de julio

28 de julio del 2022


Ya pasó un mes. Un mes de que explotó la bomba que detonó absoluto caos en mi vida. El dominó que hizo que se cayeran todos los demás dominós.


Fue un mes retador, sin lugar a dudas, pero no tanto como lo imaginé, no tanto como sentía que iba a ser durante los primeros días. Es por eso que hoy escribo esta carta. Me la escribo a mí realmente, para recordarme cuando lo necesite que las cosas difíciles por lo general resultan ser más fáciles y livianas que lo que estaba anticipando en mi cabeza.


Desde hace meses siento que estoy al borde de dar un salto cuántico, lo puedo ver, lo siento sucediendo dentro y fuera de mí. Todo empezó cuando decidí salirme de mi casa en abril, y luego decidí transformar mi vida profesional, y luego decidí nomadear un rato.


Es inevitable que la Jimena que hay del otro lado de todo eso sea completamente diferente a la que era en un inicio. Han sido decisiones y procesos que han requerido mucha fe en la visión que tengo de mí misma, en el futuro y mucho control de mis inseguridades, miedos y diálogo limitante. Pensaba que estaba lidiando ya con mucho y de repente pum, agrégale otros 400 factores más de temas complicados como inconsciente, traumas de la niñez, patrones tóxicos, the list goes on.


Nunca me había sentido tan abrumada en mi vida como las primeras 2 semanas de julio. Tan frágil, tan quebrada, tan vulnerable, confundida y perdida. Perdida dentro de mí, eso es algo que hace mucho no experimentaba y que neta no se siente NADA chido. ¿Ahora qué hago?


Haz de cuenta que pedí un mueble de Ikea y me llegó en mil piezas y con el manual en sueco . Sé que tipo de mueble es, pero no se bien cuál es el diseño. ¿por dónde empiezo?


Al principio me paralicé: no sabía ni qué tenía enfrente, ni cómo armarlo, ni por dónde empezar y ni cómo se tiene que ver al final. Luego empecé a tratar de categorizar las piezas, intentando dar un sentido y una estructura al desmadre frente a mí. Impotencia, ansiedad, desesperación, prisa, tranquilidad, auto-perdón, paciencia, respirar.


Un mes después puedo decir que ya estoy lista para empezar a armar. Sigo sin saber cómo se va a ver mi mueble al final pero estoy emocionada porque se que el resultado va a representar un nuevo nivel de mi vida y consciencia.


Esto es lo que aprendí en este mes de perderme y reencontrarme:

  1. Se humilde: No asumas que porque haz armado muebles antes, vas a saber armar cualquier mueble que se te ponga enfrente, no asumas que las instrucciones siempre van a estar en un idioma que entiendes, no asumas nada. Afronta cada reto que se te presente con humildad y con curiosidad como si lo estuvieras haciendo por primera vez, porque así es.

  2. Ten compasión por ti mismx: Tal vez esperabas que lo harías mejor, pero si estás haciendo lo mejor que puedes, no puedes exigirte nada más. Reconoce tu esfuerzo, acepta tus limitaciones, perdónate, mírate al espejo y dite a ti mismx que te amas y te apruebas, estés en el punto en el que estés.

  3. Paciencia: Sin pausa, pero sobre todo sin prisa. La intención es mucho más importante que la velocidad, hay mucha gente que va rápido a ningún lado. Toma el tiempo que necesites para que cuando des un paso, sea un paso consciente.

  4. Se vale pedir ayuda: Se vale hablarle a customer service (o a tu psicólogo) para decirle que las instrucciones te llegaron en un idioma que no entiendes y necesitas ayuda hacer haciendo sentido de lo que tienes enfrente y cómo puedes empezar a abordarlo.

  5. escúchate a ti: Podrá haber mucha gente que tenga sugerencias de cómo armar, pero es TU mueble. Recibe las sugerencias de manera asertiva como información que puede servirte, o no. No te pierdas en lo que te dicen lo demás, el manual realmente está adentro de ti y los mejores resultados los vas a obtener cuando te escuchas a ti misma.

  6. Acude a tus amigos: este mes neta aprendí que you really can’t get by with a little help from your friends. Cualquier situación difícil se hace más fácil cuando tienes personas que te acompaña a ver el desmadre que tienes frente, te sirven una copa de vino y se sientan a tu lado a echarte porras y darte abrazos sanadores cuando los necesites.

  7. No pierdas la fe: Que aunque la tarea parezca imposible, aunque te haya llegado el mueble en mil pedazos, ya te llegó. No pierdas la fe en que es lo que pediste, con un diseño aún mejor de lo que te hubieras podido imaginar.

  8. Disfruta el proceso: don’t try to skip the messy bits, life is the messy bits


Un mes después ya estoy lista para empezar a armar y construir, y más emocionada que nunca por lo que se viene para esta fase.


¡Les platico pronto!

Abrazo

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